El VALLE
Hola, ya estamos de vuelta, y con otra carrera de montaña
“El Valle”. Vamos a analizarla por partes:
RECORRIDO:
Ha sido muy chula, aunque no
tuviera mucho tiempo de parar a mirar, pero las vistas eran muy bonitas, cuando
corría por la cima de la montaña.
Ha habido varios inconvenientes
desde mi punto de vista; los kilómetros no estaban marcados, y si no llego a
llevar el GPS que me iba diciendo en que kilómetro estaba, me hubiera
desesperado, porque llevaba el perfil de la carrera en la cabeza y así sabía
cuando tocaba subir o bajar.
En un desvío menos mal que me ha
avisado el corredor de detrás porque yo seguía recto y había que girar hacia arriba, y en otro casi nos equivocamos varios corredores y yo.
EQUIPACION:
Al principio creía que llevaba
demasiados chismes, y alguno/a me ha mirado como diciendo ¿donde vas tan
cargada?, creo que parecía un árbol de Navidad, pero todo ha sido
imprescindible:
- La gorra, me sujeta bien el pelo y me evita el calor en la cabeza.
- Las gafas, han habido momentos de encontrarte con el sol cara a cara, y menos mal que las llevaba.
- Mochila de agua, superimprescindible, para no deshidratarme y al no tener que parar, poder adelantar a “la de lila” cuando estaba en el avituallamiento, la he mirado me he puesto a correr como una loca, y en cuanto me ha visto, ella a tirado la botella y se ha venido detrás de mi. Como me ha presionado el resto de carrera. Pero no me ha ganado, menos mal.
- Zapatillas de montaña, hoy si que las he notado porque habían bajadas de esas que al mínimo descuido aterrizas en la tierra. Se han portado muy bien.
- GPS, que como ya he dicho antes, así sabia donde estaba en cada momento.
- Comida, llevaba geles y un plátano que me he comido en el 15, de maravilla.
- MP3, lo único que me ha fallado. Anoche le puse más música, lo comprobé, funcionaba, lo puse a cargar, y esta mañana, los auriculares no funcionaban, solo se oía ruido. Casi me da algo, no se correr sin música. Hoy he tenido que aprender a correr sin ella.
DOLORES:
Nada mas salir, un dolor en el
costado que no me dejaba correr, menos mal que ese dolor se ha ido.
En el 10, un dolor en el ojo, que
parecía que me iba a estallar (debilidad, segurísimo).
En el 15, otro dolor en el
isquiotibial derecho, que no me dejaba estirar bien la pierna.
En el 18, toda yo, era un dolor,
soplaba y resoplaba (casi como Sharapova) hasta que he llegado a la meta.
SENSACIONES:
Made mía, que nerviosa estaba.
Tenia mucho miedo a pasarlo tan mal como en el Portazgo. Casi me quedo sin
uñas. ¿Y si no puedo? ¿Y si me quedo sin gasolina?. Pero no, todo ha ido bien,
aunque al principio he pensado: “no me apunto a mas carreras de montaña”,
pero solo ha sido al principio, en seguida me he encontrado muy bien, sobre
todo en las bajadas...
La pregunta es: ¿He mejorado con
respecto a la anterior carrera? Ni idea, no se si he mejorado, me he quedado
igual o he empeorado (espero que no), porque como cada carrera es un mundo y
más en la montaña, no se que ha pasado. Pero en esta carrera si puedo decir,
que me lo he pasado bien.
El próximo día, contare con como
he entrenado este verano, con fotos y sardinas.
Un saludo y gracias por leerme.
Mariate